El Jefe Seattle nació alrededor de 1786 y murió el 7 de junio de 1866.
Fue el líder de las tribus amerindias suquamish y duwamish situadas en lo que ahora se conoce como el estado de Washington en los Estados Unidos. Se convirtió al cristianismo al morir sus hijos y desde ese momento intentó buscar la manera de que nativos y colonos pudieran convivieran en paz.
Los colonos propusieron comprar las tierras a su tribu a lo que el jefe Seattle respondió con esta carta:
Después de escuchar la forma de ver la Tierra del jefe Seattle a todos nos vendría bien reflexionar sobre algunas frases como:
«Todo va enlazado. La tierra no pertenece al hombre. El hombre pertenece a la tierra»
«Todos los seres comparten el mismo aliento».
«El agua cristalina no es solamente agua, sino sangre de nuestros antepasados»
«El suelo que pisan son las cenizas de nuestros abuelos».
Nosotros opinamos que lo que estas frases quieren decir que la Tierra no es nuestra, venimos de ella y la necesitamos para sobrevivir pero eso no nos da derecho a adueñarnos de ella y malgastar sus recursos. Y que cuando tú vives dejas huella en la Tierra de alguna forma, no tú directamente pero si tu generación y como habéis tratado la naturaleza, que se queda como una huella en el planeta por ejemplo la contaminación que emitimos actualmente.
Resumiríamos todo esto con la frase: "La Tierra no es un regalo de nuestros padres, sino una herencia para nuestros hijos."
Es algo que tenemos pero no podemos destrozar porque lo tienen que disfrutar las futuras generaciones.
Necesitamos concienciarnos de la necesidad de tener un desarrollo sostenible pronto porque a este ritmo el planeta no aguantará mucho. Actualmente el 80% de los recursos son para los países desarrollados mientras que solo el 20% es para el 3er mundo, esto no quiere decir que debamos vivir todos como vivimos en los paises desarrollados ni como en el tercer mundo, debemos encontrar un término medio para que todos podamos desarrollarnos sin que esto comprometa el futuro de las siguientes generaciones.
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